Lavanda Común (
Lavandula angustifolia)
La lavanda común se cultiva a gran escala en el Sur de Francia debido a la producción de sustancias aromáticas. La lavanda puede alcanzar alturas de hasta 150 cm en el jardín. Sus hojas son de color gris mate y sus flores azules son extremamente aromáticas, por lo que su uso en la cocina es muy poco habitual. El período principal de floración es de junio a agosto. El color de sus flores que atraen abejas y abejorros varía mucho en los diferentes tonos de azul y su disposición en espiga. Para que la lavanda alcance el máximo aroma necesita estar en un lugar cálido y soleado. Originalmente la lavanda proviene del área este del Mediterráneo, aunque actualmente está extendida en todo el Sur de Europa. Su nombre en latín proviene del verbo lavare (limpiar) y esto nos indica su uso ya en la antigüedad como esencia de baño.
Suelo: les gustan los suelos rocosos y duros, aunque también crece bien en maceta y en el jardín.
Luz: Crece mejor en el sol aunque también se adapta a la penumbra.
Multiplicación: Aunque se cultivan a menudo por esquejes y brotes sin problemas, la lavanda puede también multiplicarse por semillas.
En invierno: Mejor en terreno, aunque resiste el tiempo frío y temperaturas de hasta -10 ºC mejor proteger la planta del viento. En macetas en lugares frescos lejos de focos de calor.
Usos:
En la cocina: Usadas con moderación sus hojas pueden refinar el sabor de pescado, potro, cordero, salsas y sopas.
En el Hogar: Se usa a menudo como protección contra los insectos como las polillas, hormigas y chinches y deja en la ropa un agradable aroma.
Medicina: Antiséptica y calmante, la lavanda se puede utilizar para los problemas intestinales nerviosos o presión sanguínea baja. No se le conocen efectos secundarios.